INGREDIENTES
500 gramos de harina
10 gramos de levadura fresca
275 gramos de leche tibia
6 gramos de sal
175 gramos de mantequilla de hoja
Poner la harina y la sal en un bol, disolver la levadura en la leche tibia e incorpórala a la harina, mezclar hasta que obtengas una masa firme, tapar y déjar reposar diez minutos.
Amasar nuevamente unos segundos, hacer una bola con la masa y déjar reposar otros diez minutos en un bol untado con aceite de oliva y tapada. Volver a amasar hasta obtener una masa fina, elástica y que no se pegue en las manos. Formar de nuevo una bola y poner en el bol, tapada y déjar reposar toda la noche en el refrigerador.
Al día siguiente, sacar la masa 1 hora antes de empezar a trabajar con la masa. Sacar la mantequilla también para que se ablande.
En una mesa espolvorear harina, espolvorear también el uslero y estirar la masa en forma de rectángulo hasta que tenga 1 centímetro de grosor. Cortar la mantequilla en láminas finas y repártir en el centro de la masa cubriéndolo de extremo a extremo, entonces plegar un tercio exterior sobre ella y a continuación el otro tercio exterior, así la mantequilla queda cubierta.
Volver a estirar la masa, dándole un centímetro de grosor y realiza los mismos pliegues anteriores. Reposar la masa una hora. Realizar el último pliegue haciendo una vuelta doble, es decir, pliega los dos extremos hacia el centro y a continuación pliega como si fuera un libro. Reposar la masa en lugar fresco y tapada con un paño, durante una hora.
Cortar la masa y termina de darles forma a los panes plegando los bordes hacia el centro. Coloca en bandeja de teflon o con papel mantequilla. Cubrir de nuevo con el paño y dejar fermentar durante una hora y media a una temperatura de entre 20 y 25º C.
Precalienta el horno a 200º C. Cocinar, llevando a hornear durante 25 minutos aproximadamente. Enfriar sobre una rejilla.
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